Sebastian Trägner habla de su arte y su inspiración
Perfil breve
Sebastian Trägner, también conocido como Traegi, es un reputado fotógrafo y artista de Berlín, conocido por sus expresivos retratos y escenas urbanas. Trabaja con marcas líderes como Leica y está representado en la galería 30Works. Suele combinar elementos naturales y urbanos para captar momentos emotivos. Su obra incluye retratos, así como fotografía de naturaleza y corporativa.
Entrevista con Sebastian Trägner
¿Qué le llevó a dedicarte a la fotografía?
Cogí una cámara por primera vez hace casi siete años. Por aquel entonces, ya estaba muy arraigado en subculturas y campos creativos, pero la fotografía no jugaba un papel importante para mí. La suerte quiso que me regalaran una cámara y, desde ese momento, quedé fascinado. La fotografía me abrió una oportunidad completamente nueva y emocionante de expresarme y captar mi visión del mundo.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo artístico a lo largo de los años y qué influencias han marcado tu obra?
Mi estilo artístico ha evolucionado mucho a lo largo de los años y se ha caracterizado por diversas influencias. Desde el principio, me fascinó el enfoque autodidacta de aprender cosas por ensayo y error y, al mismo tiempo, adquirir los conocimientos necesarios. Me sumergí directamente en el mundo de la fotografía y estudié intensamente la historia y la obra de fotógrafos como Nachtwey, Bruce Davidson, Salgado y Leibovitz. Sus motivos y composiciones, especialmente en el campo de la fotografía en blanco y negro con fuertes contrastes, me influyeron mucho al principio.
Di mis primeros pasos fotográficos en la calle. Al principio no hice muchas fotografías, pero a través de los paseos diarios desarrollé una relación especial con la gente que me rodeaba. Mis primeras fotos, a menudo en blanco y negro, mostraban a personas sin hogar, no de una forma miserable, sino conmovedora y estética. Estos encuentros y su modo de vida no sólo influyeron en mis motivos, sino también en mi estilo, caracterizado por un «primer plano» y nuevas perspectivas.
Otra influencia importante fue el contacto con la empresa Leica, así como el apoyo de amigos y familiares. Este refuerzo positivo y mi insaciable hambre de nuevos temas me llevaron a experimentar y probar constantemente nuevos enfoques.
Con el tiempo, mi estilo se amplió y empecé a explorar el color con mayor intensidad. Mi trabajo evolucionó hacia la fotografía periodística-artística, en la que el color, la composición y la perspectiva cobraban cada vez más importancia. La exploración de temas como el cuerpo humano, su conexión con la naturaleza y las subculturas se reflejó en mis últimos trabajos.
En la fotografía de moda, en particular, encontré nuevas formas de expresión escenificando respetuosa y estéticamente subculturas y escenas que a menudo se pasan por alto o se etiquetan. El uso creativo del color también desempeñó aquí un papel más importante. A pesar de haberme alejado de la ingenuidad inicial, siempre intento recuperar esta libertad.
Foto: Sebastian Trägner
¿Cómo abordas un nuevo proyecto fotográfico? ¿ Tienes ciertos rituales o procesos que te ayuden a encontrar tu dirección creativa?
Cuando abordo un nuevo proyecto fotográfico, no suelo seguir un ritual fijo ni un proceso estrictamente definido. Mi enfoque se basa más en el principio de prueba y error: me dejo llevar y sigo la corriente. Intento no compararme con los demás ni utilizar las redes sociales como referencia para valorar mi trabajo. Para mí es importante distanciarme de los gustos y las tendencias para mantenerme fiel a mi propia dirección creativa.
Mis ideas y mi creatividad surgen de mí misma y tengo la suerte de estar rodeada de un gran entorno social que me apoya. Mi pareja, mi familia, mis amigos, el colectivo que rodea a Leica, las galerías, los comisarios y, por supuesto, la gente con la que trabajo desempeñan un papel muy importante. Me dan el apoyo que necesito para formular claramente mis visiones y hacerlas realidad.
Aunque a menudo me dejo llevar por la corriente durante el proceso creativo, no pierdo la concentración. En cuanto tengo una idea, la llevo a cabo de inmediato, sin dudarlo mucho. Si el resultado provisional coincide con mi visión o me satisface de alguna otra manera, el resultado final suele estar disponible rápidamente. Si no cumple mis expectativas y no puedo seguir trabajando en él, lo archivo sin retenerlo innecesariamente.
¿Hasta qué punto se reflejan en tu arte experiencias o emociones personales, y cómo influyen en tus decisiones creativas?
Para mí, hago una distinción entre la fotografía como arte y la fotografía como oficio. Dentro del arte y de mis exposiciones, mis experiencias personales ocupan el primer lugar. Todas mis exposiciones están relacionadas y tienen que ver con temas que yo mismo vivo o con cosas que me remueven o me inspiran emocionalmente. La fotografía es mi ancla y mi forma personal de entender y visualizar las cosas. En mi profesión, es mi experiencia personal en el sentido de entender la tecnología y me oriento según los deseos del cliente, siempre en un intercambio creativo para conseguir un resultado perfecto.
Foto: Sebastian Trägner
¿Qué papel desempeña para ti la materialidad de una foto? ¿Es importante para ti la expresión física de una imagen, por ejemplo en forma de impresión de alta calidad?
Cien por cien importante. Probablemente lo hayamos oído muchas veces, pero yo sólo puedo confirmarlo: cuando tienes tu propio trabajo en las manos por primera vez y no sólo lo ves en una pantalla, te produce algo maravilloso. Te hace apreciar tu propio trabajo. Ves cosas nuevas en el motivo. La posibilidad de utilizar diferentes variaciones de papel, etc., también puede cambiar por completo el mensaje de un motivo. Totalmente emocionante.
Foto: Sebastian Trägner
¿Qué hace que los marcos de sombra sean especiales para ti? ¿Cómo complementan los marcos tu trabajo?
Me gusta lo sencillo, lo reducido. Sin mucha distracción. Es sutil pero elegante. Para mí, el centro de atención sigue siendo la imagen y se apoya sutilmente de forma perfecta. El marco como parte de la composición, que no es demasiado dominante, ¡pero permite que la obra siga hablando por sí misma!