Presentación y publicación

De la experta en WhiteWall Katharina Wergen

Paisaje rocoso con un pequeño árbol en una colina reflejado en las tranquilas aguas de un lago.

Preparar las imágenes para la impresión

Captar una escena con una exposición equilibrada, colores vibrantes, detalle y profundidad puede llevar mucho tiempo y esfuerzo. Por eso las mejores fotos no deben acumular polvo en un disco duro o en un archivo digital, sino brillar en todo su esplendor: Impresas.

De la experta en WhiteWall Katharina Wergen

Libro de fotos abierto sobre una mesa de madera, cámara, dos objetivos y un cuenco al lado. La luz cae sobre la escena.

Diversos medios y formatos impresos

En el capítulo anterior ya hemos explicado a qué debe prestar atención al preparar la impresión. Este artículo de WhiteWall le ayudará a hacerse una idea general de los distintos formatos de archivo y opciones de exportación. Y a comprender cuándo debe utilizar cada formato y por qué otros son más bien inadecuados para la impresión.

De la experta en WhiteWall Katharina Wergen

Pared galería con fotos enmarcadas encima de una mesa redonda con dos sillas, junto a una cómoda de madera.

Exponer sus obras

Has aprendido a utilizar tu cámara, has ido en busca de un sujeto y has editado tus fotos. Ahora llega el mejor momento: después de todo el trabajo, que sin duda ha sido muy divertido, llega el momento de guardar la imagen terminada. El proceso llega a su fin. Pero, ¿qué ocurre con el trabajo? ¿Debe acumular polvo digital en el disco duro? No, te has esforzado demasiado para eso. Así que se ha tomado la decisión de compartir el trabajo con el mundo. Aquí puede averiguar qué opciones de presentación existen, qué pasos debe dar a la hora de exponer sus fotografías y a qué debe prestar atención.

De la experta en WhiteWall Katharina Wergen

Persona vestida de blanco camina en un paisaje brumoso y sostiene una antorcha roja en la mano derecha.

Presencia en línea y redes sociales para fotógrafos

Los fotógrafos profesionales utilizaban sus contactos y tenían que hacer grandes esfuerzos para publicar sus trabajos en revistas o presentarlos en exposiciones. Esto era casi inalcanzable para los aficionados. Con Internet y el éxito de las plataformas correspondientes, el mundo entero se convirtió de la noche a la mañana en un escenario. Ya sean regionales, nacionales o internacionales, los fotógrafos pueden ahora compartir, presentar -y comercializar- fácilmente sus imágenes. Así que, por un lado, se ha vuelto mucho más fácil mostrar tus fotos al mundo, pero por otro, se ha vuelto mucho más difícil ser visto y reconocido por las masas.