Perfil breve
Francesco Gioia nació en Florencia en 1991 y actualmente vive y trabaja en Londres. Según sus propias declaraciones, „se hizo fotógrafo casi por accidente“ cuando aceptó un trabajo en una agencia de fotoperiodismo en el centro histórico de Florencia. A menudo aborda sus temas al margen de términos didácticos, lo que hace que sus imágenes parezcan especialmente auténticas y sin adulterar. En la entrevista, nos cuenta más cosas sobre su primera cámara, por qué le inspira sobre todo el cine alemán y qué fotógrafos son modelos para él.
5 PREGUNTAS A FRANCESCO GIOIA
¿Puede hablarnos un poco de cómo se convirtió en fotógrafo?
A los 20 años trabajé varios años en una agencia de fotoperiodismo situada en el centro histórico de Florencia. Durante ese tiempo, me encargué de conservar un extenso archivo de más de tres millones de imágenes tomadas entre 1944 y los años 80 por el fundador de la agencia, Giulio Torrini. Utilizaba una vieja cámara Canon, que me regaló mi jefe, para realizar pequeños encargos fotográficos.
Como fotógrafo autodidacta, perfeccioné mis habilidades poco después de trasladarme a Londres en 2015. Podría decirse que me hice fotógrafo casi por accidente.
Foto: Francesco Gioia
Por favor, cuéntenos algo sobre sus imágenes. ¿Qué le interesa especialmente? ¿Cómo elige los colores, la composición, los temas, etc.?
Cuando fotografío, intento que la escena no cambie, respetando los temas y las situaciones. Durante la fase de disparo, busco todos esos recursos narrativos típicos del cine, el arte y la literatura para acentuar el aura de misterio e incertidumbre que rodea al momento que he visualizado previamente. En este proceso actúan la elección del corte, el estudio de la luz y los sujetos.
La tensión, la ambigüedad, la irregularidad, la vacilación y el misterio acuden a menudo en mi ayuda y me llevan a explorar caminos narrativos con múltiples variaciones. Cada momento fotografiado es casual, ocurrido en ese instante y, tal vez, una premonición de futuros acontecimientos. Buscar estos elementos, y hacerlo sin caer en fáciles ejercicios estilísticos, es un proceso muy largo, incontrolable y laborioso, pero rico en enormes satisfacciones.
En general, para mí se trata de captar momentos con franqueza y de dar más importancia a la forma, el color y la figura que al contenido temático. Me interesan sobre todo las sombras y los colores, las texturas, las superficies y las abstracciones. La gente que se enfrenta a una fotografía o un cuadro suele esperar una revelación instantánea, un mensaje claro o la expresión directa de un sentimiento, más que una obstrucción.
Foto: Francesco Gioia
Veo mis fotografías como alegorías visuales o metáforas que representan algo más. Personalmente, me resulta emocionante enfrentarme a un enigma, a algo que no tiene ya unos parámetros preestablecidos o una clave interpretativa fácilmente accesible y obvia. No me gusta definir ni explicar mis fotografías en términos didácticos. Desde mi punto de vista, nunca hay una historia escrita ni una forma correcta o incorrecta de interpretar las fotografías y, por este motivo, me gusta pensar que cada una de mis imágenes tiene su propia historia, una historia que se manifiesta de forma diferente dependiendo de quién la mire.
No hay ningún tema o teoría en particular cuando fotografío, se trata sobre todo de instinto y sentimiento. No me gusta seguir las reglas ni explicar lo que hago, quiero que el mensaje lo encuentre y lo cree cada espectador. Dejar que la gente rellene los huecos e invente sus propias historias es esencial para mí. Algunos temas recurrentes son los ojos, las manos, la arquitectura, la gente, las flores, las abstracciones y los reflejos. Siempre intento no quedarme atrapada en temas o géneros, sino trabajar en varias direcciones al mismo tiempo para permitir un flujo continuo de ideas y experimentación. Sea lo que sea lo que decido hacer, el proceso es bastante emocional, tiendo a expresar lo que siento en ese momento y suelo empezar a improvisar y el resultado siempre es inesperado.
Foto: Francesco Gioia
¿De dónde viene este interés?
Mi especial interés proviene de mi amor por la pintura y el cine. Muchos juegos de sombras y ciertas atmósferas se inspiran en el cine expresionista alemán, el cine negro y cineastas como Fritz Lang, Orson Welles, Robert Wiene y Friedrich Wilhelm Murnau. Muchas de mis elecciones estéticas están influidas por el movimiento Bauhaus, el Precisionismo, las pinturas expresionistas de Vasily Kandinsky y el surrealismo de Joan Miró.
¿Cómo se inspira? ¿Qué es lo que más le inspira? ¿Películas, libros o revistas? ¿O lo que le rodea?
Me fascina lo desconocido y las imágenes cuyos significados son oscuros y polifacéticos. En mi trabajo, me he dado cuenta de que soltar el control puede ser muy útil. Por eso tiendo a evitar ser plenamente consciente de lo que intento conseguir. Estar abierto a errores y acontecimientos inesperados puede tener un impacto positivo en el resultado final, así que siempre permito que suceda sin ideas preconcebidas.
Foto: Francesco Gioia
El cine siempre ha sido una gran fuente de inspiración para mí. Los estudios de Hitchcock sobre los colores y las perspectivas tuvieron un gran impacto. Algunos de mis directores favoritos son Roman Polanski, John Cassavetes, Jean Renoir, Jean-Luc Godard, Woody Allen, Federico Fellini, Claude Chabrol, Mario Bava, Ingmar Bergman, Werner Herzog y Orson Welles, entre otros.
En cuanto a la fotografía, me influyen autores de los años veinte y treinta como Minor White, Germaine Krull, Man Ray, Florence Henri, Walker Evans, André Kertész e Ilse Bing. También admiro a fotógrafos como Ernst Haas, Saul Leiter, Keld-Helmer Petersen, William Eggleston, William Klein, Ralph Gibson, Erwin Blumenfeld, Garry Winogrand y Ray K. Metzker. La lista sería aún más larga.
¿Qué planes tiene para el resto del día?
En mi tiempo libre, me gusta explorar diferentes formas de arte y cultura. Me gusta ir al cine a ver las últimas películas, visitar museos y exposiciones para apreciar distintos estilos de arte, escuchar música y asistir a conciertos, y leer libros que estimulen mi imaginación. También encuentro placer en cosas sencillas como pasear por el parque, probar nuevas recetas y cocinar, y pasar tiempo de calidad con mis seres queridos con una buena cena.